La meditación es el proceso de aprender a concentrarse y enfocar la mente. Practicar la meditación es esencial para obtener un nivel de excelencia en todas las cuestiones de la vida. Al ser enseñada sin apego a ninguna afiliación religiosa, la meditación permite utilizar el poder total de la mente, el cuerpo, y el espíritu.
La meditación es una experiencia, un conocimiento, una manera de percibir, y un modo de vida. Nuestras vidas dependen de la percepción. Cómo observemos al mundo afecta nuestros estados mentales. Si vemos al mundo como monótono y aburrido, así es como nuestro mundo será.
¿Cómo meditamos? Primero debes establecer un horario para meditar. Una vez que escojas una hora, debes apegarte a ella. El mejor tiempo para meditar es durante la mañana, después de haberte duchado.
También es necesario establecer el ambiente adecuado. Por ejemplo, usar ropa cómoda, nada que te restrinja o te incomode. Escoge un local y pon una mesa de meditación. Es aconsejable seleccionar un buen lugar en tu casa, donde puedas meditar todos los días. Creando un área de meditación permanente creas un círculo de energía que te ayudará a enfocarte.
Personaliza tu area de meditación. Por ejemplo, coloca una alfombra frente a tu mesa, siéntate en un cojín, quema incienso o coloca flores en tu mesilla. Cuando ya tengas tu mesa de meditación, decórala con velas. Personalmente, encuentro que meditar a la luz de una vela es mucho mejor que meditar a la luz de un foco incandescente.
El uso de música (mantras) de fondo es altamente recomendable. También es magnífica la música de Kítaro, Patrick O'Hearn, Joaquín Liévano, Tangerine Dream y Cusco.
Todos estos elementos ayudan a elevar tu consciencia. No necesitas la alfombra, o la mesa, o las velas para meditar, pero todo ayuda a la ambientación. Concentrarte en algo bello. Las flores o cualesquier otra creación de la naturaleza, puede ayudarte a enfocar tu energía.
Cuando estés listo para iniciar tu meditación, toma un reloj para medir el tiempo. Al principio medita 20 minutos dos veces al día. Una vez en la mañana y una vez por la noche.
Después que hayas practicado la meditación unos 6 meses, aumenta tu tiempo a media hora, dos veces al día. Después de un año o dos, incrementa tu tiempo a 45 minutos, y finalmente a una hora. No es necesario meditar más de dos horas al día. Cuando alcances ese punto, trabaja en aumentar la calidad y no la cantidad de tu meditación.
Al iniciar tu meditación, siéntate en una silla o en el suelo, con las piernas cruzadas, pero asegúrate de que tu espalda esté recta. Es mejor sentarse en la posición de las piernas cruzadas, pero te puede resultar incómodo. Si quieres hacerlo así, te sugiero que tomes algunas clases de yoga y aprendas ejercicios de estiramiento que te ayuden a aflojar los músculos de tus piernas.
Ahora, cierra los ojos y repite el sonido OM cuatro o siete veces. Vocalizar OM antes de iniciar tu meditación te ayuda a activar tu consciencia psíquica. Cuando vocalices OM, asegúrate de prolongar la M al final. Tómate tu tiempo para vocalizar OM, no lo hagas deprisa, tómate por lo menos 5 segundos para hacerlo. OM es un sonido antiguo que invoca las fuerzas creadoras del universo. OM significa perfección. Vocalizar OM representa tu búsqueda de perfección y éxito. Después de repetir OM, abre los ojos y practica la concentración. Debes usar los primeros 5 minutos de tu meditación en concentrarte con los ojos abiertos. Coloca una vela o una yantra sobre tu mesa de meditación a la altura de tus ojos, o ligeramente más arriba. Una yantra es una figura geométrica hecha de elementos lineares que representan, de forma sintética, las energías del mundo natural.
Se creé que las Yantras son los ideogramas naturales o verdaderos de los cuales se deriva la escritura. Son la base fundamental para simbolizar las formas sagradas, las imágenes, la arquitectura sagrada, los altares, templos y gestos rituales
Cuando meditas, tratas de aquietar tus pensamientos. Esto se hace en dos pasos. El primero es ignorar tus pensamientos, y comprender que tu no eres tus pensamientos, sino en realidad sólo estás escuchándolos. De acuerdo a Rama, "Los pensamientos son como aves. Vuelan a tu lado, y se van. Tu mente es como el cielo. Las aves viajan a través del cielo, pero el cielo permanece ahí después que las aves se han ido. Nosotros somos el cielo. Los pensamientos son aves que vienen y van. Tu puedes disfrutar viendo a las aves, si son hermosas, pero el cielo es el que perdura. Si las aves graznan, no podemos escuchar la quietud del cielo. Si las aves están enojadas o son destructoras, tenemos un terrible problema. Así que estamos aprendiendo a ver que no somos nuestros pensamientos. Entonces, necesitamos eliminar los pensamientos negativos. En otras palabras, no dejes que las aves enojadas entren en tu hogar, pero si viene una ave hermosa, acéptala. ¿Y cómo mantenemos a los pájaros alejados? Concentrando toda tu atención en otra cosa."
El segundo paso es concentrarte en tres chakras. Una chakra es un centro de energía que existe dentro de tu cuerpo físico sutil, el cuerpo de la energía. En la práctica de la meditación aprendemos que tenemos un cuerpo físico, y un cuerpo de energía. El cuerpo de energía contiene tu aura, la cual es el escudo de energía protectora que rodea tu cuerpo. Es como un sistema inmunológico que te protege de la energía de otras gentes. Dentro de este cuerpo de energía tenemos 3 chakras principales. En realidad tenemos más, pero por ahora hablaremos de las tres más importantes.
Las chakras son círculos de energía donde las líneas de energia conectan dentro del cuerpo. Estos puntos o centros de energía también son llamados meridianos, y se usan en acupuntura para estimular el flujo de energía dentro del cuerpo. Dice Mantak Chia que, "La acupuntura y la medicina china se basan en la habilidad de la persona para mantener circulando correctamente la energía bioeléctrica a través del cuerpo." Esta energía es lo que los chinos llaman chi, y puede ser generada y almacenada concentrándose en las chakras.
El cuerpo físico sutil, o cuerpo de energía, no es perceptible para la mayoría de los individuos. Sin embargo, es visible con la ayuda de la fotografía Kirlian. De acuerdo a los escritos de John Iovine en Fotografía Kirlian. Una Guía Práctica (Kirlian Photography: A Hands-On Guide), "Este tipo de fotografía usa electricidad de alto voltaje para exponer la película. La electricidad de alto voltaje crea una descarga de corona alrededor del objeto que es fotografiado, la cual nos permite ver la imagen que rodea el objeto."
La chakra del ombligo es el centro de la fuerza de voluntad, o del poder. Al concentrarte en este centro, desarrollarás una tremenda fuerza de voluntad. La chakra del corazón, localizada en el centro del pecho, fomenta habilidades psíquicas y sensibilidades; también genera una inmensa quietud dentro de la mente y acrecienta la habilidad de experimentar amor, belleza y equilibrio. La chakra de la sabiduría, o tercer ojo, que se encuentra ligeramente arriba de las cejas, incrementa tu capacidad de conocimiento intuitivo, y te proporciona la habilidad de ver la vida de diferentes maneras. La chakra de la sabiduría te ayudará a percibir una visión más amplia de tu vida.
La primera vez que medites, toca estos puntos durante un minuto o dos. Mantén tus dedos frotando suavemente los centros de energía. Al hacer una leve presión ahí, te será más fácil enfocar tu atención. Estos no son puntos señalados al azar, son ventanas que miran a otros niveles de la mente. Cada uno genera un tipo de experiencia diferente. La combinación de poder, corazón, y sabiduría crea un individuo equilibrado. Por eso se sugiere que te enfoques en cada uno de estos centros.
Concéntrate 5 minutos en el centro del poder. Toma una respiración profunda y desplaza la energía de la chakra del ombligo hacia arriba, al centro del corazón. Después de 5 minutos toma otra inspiración profunda y traslada la energía de la chakra del corazón, y despues al tercer ojo. Mantén tu atención por 5 minutos en cada centro.
Cuando algún pensamiento llegue a tu mente, sencillamente di la palabra "no" en voz alta. Pronúnciala con énfasis.
Al terminar una sesión, inclínate haciendo una reverencia hacia el suelo. De esa manera siempre estarás brindándole tu meditación a la Eternidad, dejándola viajar, dejándote trasladarte a ti mismo. Finalmente, permanece inmóvil unos minutos para absorber la energía que has generado durante tu meditación.
Inicialmente te parecerá que no estás haciendo nada, y tal vez te encuentres pensando mucho. Pero mientras estés tratando de meditar, estás haciendo algo. Es como hacer abdominales: entre más las hagas, más fuerte te pones; después de practicarlas un tiempo, comenzarás a notar la diferencia.
Lo mismo sucede con la práctica de la meditación: internamente tu mente está vigorizándose y estás ganando dominio personal. Después de un tiempo, ese dominio comenzará a manifestarse en tu vida. Encontrarás que te es más fácil estudiar, o hacer tu trabajo. Tu mente estará más despejada, aguda y definida. Serás más perspicaz, te sentirás mejor, y estarás más en contacto con todo lo relacionado con tu vida. Al continuar tu práctica, tus conocimientos y tu poder aumentarán.
En Meditación Secular (Secular Meditation), el Dalai Lama expresa, "La meditación es el instrumento que transforma y moldea nuestra mente. La meditación no debe ser considerada como un tema religioso. La compasión, el amor, el perdón, la armonía espiritual, el sentido de hermandad, todas esas cosas son temas religiosos. La meditación es el entrenamiento de la mente. La meditación agudiza la mente. Concentrarse en un punto al meditar ayuda a desarrollar una mente analítica. Por lo tanto, llegarán a su vida más éxito, determinación, confianza en sí mismo y fuerza de voluntad."
Un fantástico vídeo para meditar
Fotografía Ana Gil
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